Los hoteles españoles, más eficientes

No cabe de que el turismo juega un papel trascendental en el rumbo de nuestro país y que, por supuesto, repercute de manera directa en el estado de la economía nacional. Los principales líderes del sector hotelero saben que, en materia de turismo, la actividad pasa por reciclarse y progresar o morir. En ese proceso de reciclaje, ha entrado con fuerza el nivel de eficiencia energética de sus edificaciones.

Según se ha puesto de relevancia en el Congreso Climaval 2015, el 89% de los hoteles españoles ya ha tomado medidas de ahorro energético. Esto representa que más de 13 000 establecimientos hoteleros ya han comenzado un proceso para mejorar su nivel de eficiencia. En algunos casos, el nivel de ahorro en costes energéticos ha alcanzado incluso el 30 o el 40 %.

Uno de los principales que contribuyen a un adecuada gestión energética es precisamente la climatización. Los nuevos desarrollos tecnológicos han facilitado una mayor automatización de la climatización y han aportado un mayor grado de control a los gerentes de las edificaciones.

En este sentido, una baza destacada para conseguir reducir el gasto energético es el nuevo Webserver Airzone Cloud. A través de este dispositivo, el gerente o el profesional encargado podrá limitar las temperaturas máximas y mínimas de consigna de forma que, garantizando el confort y la comodidad del usuario, se puedan controlar los gastos excesivos de energía. Además, la instalación operará respetando en todo momento  la normativa europea vigente aplicada a este tipo de emplazamientos.

Asimismo, no solo garantizará un uso racional de la energía, sino que podrá llevar a cabo medidas que garanticen la satisfacción de los clientes del hotel. Por ejemplo, desde un punto de control central, como un móvil o una tablet, se podrá activar la climatización de una habitación unos minutos antes de que el cliente llegue a la misma con el fin de garantizar el confort desde el primer minuto o, por el contrario, apagar la calefacción o ventilación de una habitación en caso de que se quede activada a pesar de que no haya nadie en ella.